domingo, 4 de noviembre de 2018

LA LEY DE FINANCIAMIENTO

Hay que empezar por llamar esta ley por su propio nombre: REFORMA TRIBUTARIA. Pretender adornar la reforma tributaria con otro nombre, no ayuda en nada. Por el contrario, los entendidos diremos que es una forma de ocultar lo que todos los candidatos a la presidencia, en campaña, dicen que no lo van a hacer y cuando son elegidos lo hacen. No por ello vamos a descalificar la gestión de un presidente, que apenas inicia su periodo. Pero si da lugar a pensar que siguen los mismos con las mismas, pero con distinto nombre. Y le da espacio a que la demagogia y el populismo pesque en río revuelto.

También es claro decir que una cosa es estar dirigiendo -labor muy difícil-, máxime cuando es la presidencia de un país y otra, opinar desde el frente, sin ninguna presión. Esa si resulta muy fácil. Pero así como el Presidente, ministros y asesores ven el país desde su óptica, nosotros, los ciudadanos de a pie, los que diariamente nos enfrentamos con la realidad del país, también tenemos otro punto de vista que debe ser tenido en cuenta. Y juntos podemos generar ideas que nos aporten al equilibrio de un país que con errores, aciertos, guerras, violencia, etc., etc., hoy es un país con mejores condiciones de vida que la que teníamos hace 30 y 40 años. Y que lastimosamente no es mejor, por la forma como la clase política y la "cultura" de la corrupción en todos los niveles, clases sociales, empresas del Estado, públicas y privadas, han permeado la sociedad.

No se requiere mucha inteligencia para decir que un negocio o una empresa -Colombia lo es-, para opinar que las pérdidas -hueco fiscal- se disminuyen y se borran: incrementando ingresos y/o disminuyendo los gastos y/o costos. Un ejemplo de ello es Ecopetrol, que con un precio del barril de petróleo a más de USD 100, logró salir adelante cuando este se colocó en USD 30. Si los ingresos no se pueden mejorar, hay que adelgazar los costos y gastos. Y eso hizo nuestra principal empresa del país.

Así debemos observar a Colombia, como una empresa, lógico que es mucho más compleja que Ecopetrol, pero el principio económico de un negocio, debe ser el mismo. 

En materia de impuestos, cada vez nos comparamos con países desarrollados para decir que es que en este país los impuestos son muy bajos y por ello no podemos tener los estándares de vida que tienen países como EE.UU., Suiza, Alemania, Reino Unido y hasta el mismo Rusia. Países con una historia mucho más larga que la nuestra. Allá también hubo guerras, piratería, mafias, corrupción y todo lo que aquí en Colombia experimentamos y tratamos de corregir y pasar la página. Pero todo en su debida proporción y a su debido tiempo. La barbaridad se deja atrás en la medida en que las sociedades se civilizan. Lastimosamente Colombia, aún no es un país civilizado, se propende a ello, pero las fuerzas oscuras siempre estarán allí. Hay que combatirlas y llevarlas a la mínima proporción, lo que solo se logra con el cambio de la cultura ciudadana. Cuando nos concienticemos que actuar bien es la moda. Y que la cultura del "avivato" es la cultura del "vivo bobo", que no es más que un boomerang que se nos devuelve a todos.

Todo esto para decir también, que el hueco fiscal no se puede tapar o cubrir a través del mecanismo más fácil: subir impuestos, subir el IVA. Teóricamente se logra, pero a mediano y largo plazo es otro boomerang para lo económico y lo social. Subir el IVA y principalmente a la canasta familiar, es afectar el consumo a las clases menos favorecidas. Recordemos que no solo se afectan los más pobres. También se afecta la clase baja, la medio baja, la clase media. Que para ellas, sería un retroceso a lo que han ganado en los últimos años. Los mismos "ricos" o que se han creído ricos durante muchos años, porque tienen un buen carro, viven en arriendo en barrios estrato 6 y que dejan de comer bien por sostener una vida aparente que le da lo anterior y de poder pertenecer al mejor club social de la ciudad. Estos serán los ricos vergonzantes, cuando finalmente no logren sostener el nivel de vida ni roce social de antaño.

Y al bajar el consumo y la confianza en los hogares, lógico que también se afectan los resultados de las empresas que aportarán de igual manera, menos impuestos.

Una reforma tributaria más equilibrada, debe incluir, entre otros:

> Una mayor cobertura de la masa tributaria. Y no unos pocos que subsidian al resto.
> Definir unos niveles de IVA y demás impuestos que no depriman el consumo.
> Combatir la evasión y la elusión en todos los niveles.
> Endeudarse para invertir y no para gastar. Que ese endeudamiento esté en función de generar ingresos -infraestructura, peajes, servicios públicos, modernizar empresas del Estado, poner a producir internos de las carceles-. Todo en función de generar nuevos ingresos y con ello recaudar más impuestos. 
> Volver las empresas del Estado eficientes. Que sean unidades de negocios, que además de cumplir con lo social sean rentables y eficientes. No entidades que solo están en función de gastar y ejecutar un presupuesto. La filosofía de éstas, siempre ha sido: "gaste lo que se presupuestó que se acaba el periodo fiscal y si no lo hacemos, el próximo año nos lo reducen". Es decir, gastar por gastar, así no se logre nada.
> Reactivar e incentivar sectores económicos que provean puestos de trabajo masivos -agricultura, construcción, infraestructura y seguridad-.
> Ofrecer incentivos tributarios que motiven la creación de empresas y a los inversionistas.
> Adelgazar el gasto fiscal, al menos mientras se nivelan las finanzas del Estado.
> No regalar nada. Los subsidios o ayudas económicas empobrecen. Hacen del ciudadano un ser conformista, que le alimenta la mendicidad. Hay que enseñar a pescar y no a regalar el pescado. Muchos de los países desarrollados están pasando trabajos por tanta gente subsidiada. Incluso inmigrantes que con mentiras viven de la ayuda del Estado. En Colombia, así como hay gente pobre que con las ayudas del Estado pueden calmar el hambre, tener atención médica, estudiar y obtener vivienda, también hay mucho avivato qué se hace pasar por pobre y llega a zonas que han tenido desastres naturales, por el solo hecho de recibir las ayudas del gobierno, desplazando a quienes realmente lo necesitan. Incluso otros que llegan a solicitar ayudas por recomendaciones políticas. Eso hay que combatirlo y entregarlo a quien realmente lo necesita. 
> Dejar la laxitud con esa clase emergente muy rica, que ha surgido de la evasión, del contrabando, de comprar a piratas terrestres -reducidores-. Posan de ser grandes comerciantes y emprendedores, y a decir verdad, lo son, pero en una economía clandestina que nada aporta en impuestos y al desarrollo del país. Para ellos, un IVA más alto es un incentivo para sus negocios y de esta forma obtener mejores ganancias 

En conclusión, si todos ponemos, si la tasa impositiva no es tan alta y que incluya a más gente, que se combata la corrupción, se adelgace el gasto del Estado y por sobre todo cambiemos la cultura ciudadana, podemos tener una reforma más equitativa y con mejores resultados en el mediano y largo plazo.

JOSÉ RENÉ OSORIO LOPEZ.

domingo, 19 de agosto de 2018

LA TULUÁ QUE CONOCÍ

LA TULUÁ QUE CONOCÍ
Soy ciudadano por adopción de la linda ciudad de Cali, donde he vivido casi las dos terceras partes de mi edad actual, pero tulueño de nacimiento. Municipio a una hora de Cali, estratégicamente localizado en el Valle del Cauca. Su cercanía a la capital del departamento y de varios municipios y corregimientos como Buga, Trujillo, Riofrio, Salónica, San Pedro, Andalucía, Bugalagrande, Zarzal, Roldanillo, Barragán, entre otros, ha permitido que sea sitio de paso y de acopio de muchos alimentos que se cultivan, se producen y se comercializan desde esta especial ciudad. Por ser epicentro de la agricultura y el comercio, permitió el desarrollo de ingenios azucareros, fábricas de bebidas, de levadura, de dulces y sus derivados. Y también la llegada de grandes almacenes de cadena, salas de cine y algunas prestigiosas marcas de comida, ropa y calzado, que confluyen  en los dos centros comerciales que hoy operan, desde sitios distintos de la ciudad. Y muy rápidamente, un tercero que se gesta en el norte -salida a Andalucía- hacia donde se desarrollará urbanísticamente.
Cuna también de destacadas figuras de la literatura y el deporte. Por un lado, el escritor Gustavo Álvarez Gardeazábal y futbolistas como Faustino Asprilla y Jorge Cruz. También lo fueron Julio "Pepa" González, Argemiro López y Gabriel Chaparro. De Jairo Arboleda, se dice que nació allí, pero su aparición en el fútbol se dio en Palmira y la ciudad de Cali. Tuluá también ha sido el único municipio en el Valle del Cauca, después de Cali, con equipo en la liga profesional del fútbol colombiano, el Cortuluá.
Y más que decir, de muchos personajes de la política, entre los que también se incluye a Gardeazábal, quien fue dos veces alcalde y una vez gobernador. Actividad muy truculenta desde épocas de León María Lozano -Cóndores no entierran todos los días-, Leonardo Espinosa y tantos otros caciques de épocas pretéritas como Ramón Elías Giraldo y Olegario Gómez, barones políticos de antaño.
La Tuluá que yo conocí, hasta 1980, año en que partí, era un pueblo pequeño y del cual recuerdo:
> Los partidos de fútbol entre barrios, en ese entonces "galladas". Allí, a los 11 o 12 años conocí a quienes han sido mis primeros amigos de infancia y de toda la vida, Oscar Humberto Díaz Ríos y Juan Carlos Luna. También jugábamos futbol con la "gallada" de La Graciela, La Trinidad, Palobonito, La Chichería y El Jardín. Encuentros que terminaban a veces con peleas a puño limpio y alguno que otro voleo de piedra. Una salvajada, cuando ello ocurría. 
> Nuestro equipo de fútbol Independiente F.C. -año 1976 y del que aún los integrantes mantenemos una bonita amistad-. Era el equipo más destacado de la ciudad, fundado y muy bien dirigido por el profesor Julio Velásquez, a quien recordamos y agradecemos por sus grandes enseñanzas dadas como deportistas y más como personas. Responsable de que muchos adolescentes de la época, hubiésemos escogido  el deporte y el estudio en vez del alcohol y la marihuana. 
> Gracias al futbol y a los equipos que integré, Guaraní e Independiente, pude conocer a grandes personas como: Julio Velásquez, Roberto Hinojosa, Janier Lozano,  Fernando Hurtado, Fernando Valderrama, Libardo Guerrero, Hebert Flórez, Juan Carlos Hurtado, Duvan, Ferney, Oswaldo y Ernesto Ricardo. Omar López, William y Juan Carlos Mendoza. Jair Lopez, Gustavo Chaparro, Diego Martinez, Jaime García, Alejandro Ortega, Javier Viveros, Diego Méndez, Jose Omar Marulanda, Carlos y Milsiades Quintero. Carlos Matallana, Luis Ospitia, Miller y Mario Ortiz. Jainever Parada, Javier Sepúlveda, Rómulo Arana, Carlos Alberto Buitrago, Jairo Tascón, Ancizar Murillo, Alfonso Melo, Marcos Jiménez, Esteban y Fabio Cárdenas. Gustavo Gil, Fernando Caicedo, Armando Mendoza, Armando Sánchez, Jorge Victoria, Rommel Molina, Fernando Marín, Eider Plazas, Jaime Torres, Franklin Alférez, Hugo Álzate, Jaime y Carlos Quezada. Jairo Saavedra, Juan Carlos Mena, Robinson Bermudez, Rodrigo Victoria, Alejandro Martinez, Humberto Arana, Carlos Hernán Ortiz, los Hermanos Salgado, Adolfo Buriticá, Carlos Julio Duque, los Hermanos Forero, William y Edward Giraldo. Jair Melo, Numa Tascón, Jairo Rueda, Carlos Bejarano, Jorge Cruz, Luis Antonio Moran, Luis Taguado, Isidro Lozano, Diego González, Jesús Guerrero, Freddy Bejarano, German Rodriguez, Carlos Moreno, Adolfo Díaz, Gerardo Duque, Fulvio Loaiza, entre otros que se me escapan ahora.
> Los bailes famosos de la familia Castro-González que se llevaban a cabo periódicamente, en la icónica Casa Conservadora. Y a los que les debemos también el gusto por la salsa. 
> Las Casas de Citas, como se le llamaban a los burdeles de ese entonces. Una de ellas ubicada en cercanía al Puente Negro, atendida por Leticia su propietaria. Sitio en el que una gran mayoría de "mozos" tulueños, que entraban a la edad de los cambios hormonales, perdieron o entregaron su virginidad, a cambio de dinero o del trueque. Comentan las "malas lenguas", que también se podía pagar con la carne que consumía Leticia en la semana y que llegaba desde el Pabellón de Carnes por el pago de los servicios prestados a algunos matarifes que frecuentaban el lugar. O de colegiales que a cambio de sexo, entregaban casetes que grababan con la música arrabalera o bailable del momento y que le servía a la "Madame" de entonces a mantener alegres a sus clientes, mientras pasaban a brazos de sus diez coperas de turno.
> En temas de farra y sexo, Tuluá tenía varios sitios en los que confluía la clase alta y la baja. Los Comerciantes de la plaza de mercado y campesinos que llegaban de las veredas cercanas a vender sus cosechas y a comprar el mercado. Lugares de gran recordación como Montechelo, La Continental, El Bar Central, El Happy Bar, El Real Madrid, El Cafetal, El Pelirroja, entre otros. Y como olvidar el Restaurante Pica Piedra que aún existe, en el que terminaban cenando al amanecer, los visitantes de los citados sitios. Finalizando el bachillerato, recuerdo que una vez en mi salón de clase del colegio, el Gimnasio del Pacífico y luego de un fin de semana, el "bochinche" fue que unos estudiantes que habían frecuentado el burdel de Leticia, se habían encontrado con uno de nuestros profesores, también en brazos de Morfeo. Increíble para todos, porque era un profesor de alto turmequé  y en quien nadie creía que frecuentara esa clase de lugares de tan baja reputación. Uno de sus hijos era nuestro compañero de clase. Las zonas o lugares de estos menesteres, también llamadas de tolerancia, estaban incrustadas en los barrios Victoria, La Chichería y Barrio Chino. En el Chino se concentraba lo más deprimente en sexo, drogas, alcohol y picaros de la época.
> Recuerdo también con nostalgia, los paseos con fiambre -arroz, huevo cocido, tajadas maduras y papa-  que amigos, padres o desde el colegio nos llevaban a: El Picacho, El Lago Chillicothe, El Jardín Botánico, El Rumor, Río Morales, La Rivera, Rio Sabaletas y Cuancua. Con saldo de algunos ahogados en esas aguas traicioneras, entre ellos, amigos y conocidos que se fueron muy tempranamente de esta vida.
> Ya hacia su aparición, muy elementalmente, el periódico semanal El Tabloide, el único que se ha mantenido tantos años y de los pocos que dio y sigue dando utilidades. Es un semanario muy esperado por la población, que sale los días viernes con información versátil. Temas políticos, sociales, de entretenimiento, de deportes y principalmente de los muertos por violencia y por accidentes. Quizá, estos dos últimos, son los que más interesa al tulueño, quien espera ansioso esa clase de noticias y así conocer los móviles y observar las fotos del amigo, vecino o conocido que murió trágicamente, la semana anterior.
> Cuando el Río Tuluá se crecía, la gente salía de sus casas a verlo. Y en los diferentes puentes a lo largo del mismo, era típico observar a individuos que se parapetaban en ellos y con largos lazos "pescaban" leña y grandes maderos que venían por el río. Entiendo que servían como material para sus fogones de leña en sus respectivos hogares.
> Tuluá tiene fama de ser un "pueblo" que le gusta el chisme y el rumor, tanto que, el periódico El País le destinó alguna vez una página completa para hablar de ese tema. E incluyó a la zona del Río Tuluá, frente a la empresa Industria de Harinas del mismo nombre, el lugar donde se reúnen los practicantes del "bochinche", a no dejar títere con cabeza. Entre otros, el escritor Gardeazábal, es un distinguido conocedor de la información más confidencial, no sólo de Tuluá, también de todo el país. Razones que lo llevaron al programa de humor y de información más escuchado en Colombia, La Luciérnaga  de Caracol Radio. Y que ya no estando allí, lo hace de manera independiente con el doctor Hernán Peláez -PEGA-, en el periódico ADN y en su Facebook y Twitter.
> Conocí a personajes típicos como:
. JUÁCARA: era un loquito indigente que vendía los periódicos de la época: El País, El Tiempo y El Espectador. A través del voceo se inventaba noticias trágicas para que el ciudadano de a pie, se interesara y le comprara sus diarios matutinos.
. LAS LOTERAS: eran dos mujeres algo desquiciadas -madre e hija-, de origen gitano y por ende nómadas. Por largas temporadas llegaban a la ciudad y se radicaban en un hotel central de muy bajo costo. Se paseaban el centro de Tuluá vendiendo lotería y adivinando la suerte de cuanto ingenuo(a) se encontraban. Decían, que mientras "adivinaban la suerte", le hurtaban anillos, relojes y pulseras, a sus incautos clientes. 
. EL POLICÍA MARTÍNEZ: fue un agente de policía muy particular. Operaba en un pequeño lugar de la plaza de mercado tulueña. En un improvisado espacio atendía las denuncias de quienes frecuentaban la galería para hacer sus mercados. Vestía impecable uniforme policial; usaba quepis, gafas oscuras tipo rayban cola de ratón, diente de oro, bolillo y esposas. Era temido por los ladronzuelos de la época y a quienes pillaba robando, les hacía una persecución al mejor estilo policiaco. Los agarraba y los castigaba cruelmente con su bolillo, los sometía a escarnio público y luego se los llevaba en la patrulla o "bola" como se le conocía en esa época, con la sirena activa, como si tuviese al delincuente más peligroso, a la Permanente Central donde eran castigados a penas de meses y años, según el delito. Algunos de esos ladronzuelos, el policía Martínez los resocializaba y les permitía trabajar en labores de la galería, como lavar frutas y practicar el "llevo llevo" -cargar canastos y bultos del mercado-. Martínez murió trágicamente, se decía que uno de los "afectados" por su cruel castigo, tomó venganza por sus propios medios y le propinó una puñalada mortal.
. CANTI: canti era el apodo abreviado de "Cantinflas". Se llamaba Heriberto Albarracín, era un muchacho de tal vez 10 o 12 años que llegó a nuestro barrio Maracaibo. Fue adoptado por D. Luis Carlos Santacoloma, quien era entonces el director de la Correccional de Menores de Tuluá. "Canti" había sido reclutado allí en la correccional y al salir, don Luis Carlos que vivía en nuestra misma cuadra se lo llevó a su casa, donde le dio con su esposa, educación y todo lo que puede demandar un hijo a esa edad. Infortunadamente, los esposos Santacoloma estaban en edad avanzada y al poco tiempo murieron. "Canti" quedó desamparado y rápidamente tomó el camino incorrecto de la vida. Ya en ese entonces, era uno más de los amigos del barrio. Un día, me desplazaba por una de las calles de Tuluá y antes de doblar la esquina, sorpresivamente apareció  "Canti", quien venía en una bicicleta. Se veía bastante acosado y con su mirada característica -por su ojo desviado-, la dirigía al piso. Cuando pasa muy cerca de mí, lo saludo y le digo "q'hubo Canti", compraste bicicleta?, él me responde: "quítate, quítate". Una vez doblo la esquina, observé que venía una turba de gente gritando: "cójanlo, cójanlo". Allí entendí, que "Canti se había robado el vehículo en el que se transportaba y que al saludarlo, estuve a punto de ser también cualificado como cómplice del robo de "Canti". Por fortuna eso no pasó, "Canti" no pudo resocializarse y luego me enteré de su muerte.
> En nuestra época no había la diferencia de clases que hoy existe. En el colegio y en el fútbol compartíamos ricos y pobres o mejor, más y menos favorecidos. Recuerdo que en mis primeros años de bachillerato, cuya jornada iniciaba a la 1 PM, algunos compañeros de clase, en horas de la mañana laboraban como vendedores ambulantes de aliños en la plaza de mercado. Y en época de vacaciones de estudio, toda la muchachada que deseaba trabajar iba al Parque Boyacá, y entre las 5 y 5:30 AM; eran recogidos por volquetas y camiones para llevarlos a recolectar frijol, soya, millo y algodón, que se cultivaba en los terrenos contiguos a la zona urbana y en los que hoy se han desarrollado grandes barrios como Bosques de Maracaibo, Farfán, Entre Ríos, Nuevo Alvernia, La Esperanza, La Graciela y, donde actualmente, también están los Centros Comerciales La 14 y La Herradura.
> Particularmente, en época de vacaciones escolares, laboré como ayudante de un taller de mecánica. También, desde mi casa reciclaba papel, cartón, plástico y hierro que periódicamente llevaba a vender a un sitio que llamaba El Brazo de Hierro; donde compraban material de reciclaje. En el patio de mi casa, cultivaba el estropajo y luego lo vendía en la galería central. Cierta vez, me encontré en la calle, cinco pesos -$5-, con ese dinero compré 30 huevos en un gallinero que existía por la Hacienda Maracaibo, quizá a 4 Km de mi casa. Lugar al que iba y regresaba a pie. Esos huevos los vendía en casa y en los restaurantes de la galería central. Con el tiempo, esos 30 huevos se convirtieron en 100 huevos y con ello ayudaba a la economía familiar y a algunos gastos personales. En épocas de cometas, aprendí a elaborarlas y también vendí cometas. Cuando termine mi bachillerato, emigré a Cali, lugar que me acogió y donde pude estudiar mi carrera profesional y seguir trasegando, con muchas más experiencias que no son materia de este escrito.





lunes, 25 de junio de 2018

NADIE SABE PARA QUIÉN TRABAJA




EL FACTORING EN COLOMBIA
-Nadie sabe para quién trabaja-

Quien escribe, inició labores en el sector financiero en 1982, cuando las tasas de interés para préstamos de fomento -Ley 5ª. le llamaban-, eran del orden del 18% Trimestre Anticipado y, las de los Préstamos Ordinarios, el 36%, también Trimestre Anticipado. No habían préstamos para Capital de Trabajo en Moneda Extranjera, solo las tradicionales Cartas de Crédito o Giros Financiados, para importación de maquinaria o también llamados Bienes de Capital, y, para la importación de materias primas. Todo esto, restringido a las grandes empresas y a las multinacionales. Existía también el Fondo Financiero Industrial, también como alternativa de fomento. Pero era tal y tanta la tramitología bancaria, que el cliente finalmente optaba por una línea más expedita, y esa era el Préstamo Ordinario, así la tasa fuera más costosa. 

Años después, el país fue evolucionando lentamente. Se dio apertura a la internacionalización y ese monopolio al régimen cambiario -manejo de la tasa de cambio, restricción a la compra y venta de divisas, a las importaciones y exportaciones, al endeudamiento en moneda extranjera, etc...-, que lo tenía el Banco de la Republica, se liberó un poco y se soltó el control a los bancos comerciales o también llamados Intermediarios del Mercado Cambiario. 

Luego, llegaron al mercado bancario, nuevos actores extranjeros -BBVA y Banco Santander-, que de alguna forma motivaron a que la banca nacional cambiara su estrategia y, pese a que entre 1997 y 1998, estando Ernesto Samper de presidente, en una situación muy crítica de la economía colombiana, en la que me tocó ver tasas de captación -CDTs-, del 44,125% Efectiva Anual y de colocación -préstamos-, de hasta el 78% Efectiva Anual, volvió nuevamente a reducirse, gracias al trabajo inicial del presidente  Andrés Pastrana Arango, quien recogió un país "quebrado" e hizo los ajustes iniciales, drásticos y necesarios para que en el periodo presidencial siguiente, el primero del presidente Álvaro Uribe Vélez -2002/2006- lo mejorara considerablemente e hiciera de Colombia, un país viable y atractivo para la inversión extranjera. 

Cabe anotar, que entre los años 1998 y 1999, siendo el suscrito Gerente Regional de Riesgos de una de las entidades financieras extranjeras que llegó a Colombia, fui testigo de excepción de como la banca trató a las pymes, a los pequeños empresarios y micro empresarios, como clientes de quinta categoría -parecía una clase emergente con una enfermedad infectocontagiosa-, porque no tenían acceso al crédito. Excepcionalmente, se les prestaba, si y sólo si, garantizaban sus créditos con un colateral en el exterior o una hipoteca sobre bienes inmuebles que cubriera, mínimo el 200% de lo que se les prestaba. Por otro lado: la gran empresa, las multinacionales y algunas del Estado, se convirtieron en el cliente objetivo para la banca. A estas, se les ofrecía y se competía en el mercado, con tasas del DTF + 2, cuando a las Pymes, excepcionalmente y con una garantía suficiente, se les prestaba a tasas del DTF + 15. Y otra razón para que las pymes se quedaran sin crédito, fue, que la banca optara por negocios más fáciles, rentables y menos riesgosos, frente a su actividad natural de captar y prestar dinero, como fueron:

1-   El cobro de comisiones por todo servicio. Por las cuentas corrientes y de ahorro, por los fondos fiduciarios, por las tarjetas débito y crédito, por los cajeros electrónicos, por las referencias comerciales, etc., etc..

2- El negocio de los TES -compra, venta y especulación-.

Hago esta introducción, por todo lo que sigue. En 1999, llegué a un acuerdo de retiro con la entidad bancaria para la cual laboraba. Inicié un proyecto de emprendimiento con tres colegas más de la banca y un empresario de telas -fuimos cinco-. Desde allí se gestó una empresa que no siendo banco, pero dentro de la ley, pudiera ser útil a las Pymes y emprendedores, que estaban siendo excluidos en materia crediticia. Fue así como empezamos a experimentar alternativas de crédito para ellos. 

Simultáneamente, en el lado opuesto encontramos otro nicho insatisfecho, que se complementaba muy bien con esta situación. Las personas naturales, que con sus depósitos a término fijo y sus respectivos intereses, generaban ingresos para su economía familiar. Estos, también se vieron afectados por ese desinterés de la banca por conservarlos. A ellos se les "obligó"  a aceptar las nuevas tasas del 2% anual para sus CDTs, lo que imposibilitó renovarlos y mantenerlos

Al encontrar esos nichos de mercado insatisfechos, optamos por encontrar una combinación armónica y legal, que fuera de interés para las partes. Logramos ese acercamiento, entre quienes requerían liquidez y quienes la tenían, o entre quienes podían llegar a confluir en un negocio, pero que no tenían un punto medio o conocedor de las partes que los acercara y les generara confianza. La figura que ha existido siempre, para ese tipo de acercamiento, se le ha conocido como un tercero que ejerce EL CORRETAJE. 

Como esos pequeños empresarios, que por cierto ya conocíamos desde nuestros lugares de trabajo anteriores, tenían pedidos y facturación importante, pero sin crédito bancario para mantenerse y crecer. Porque además, sus clientes pagadores -grandes empresas, multinacionales, Estado y sector público-, no suministraban anticipos y, el pago de sus pedidos y posteriores facturas, oscilaban entre los 45 y 180 días. Encontramos allí, la viabilidad a nuestra empresa y logramos dar inicio en Colombia a lo que podía ser la simulación de operaciones de Factoring y de Confirming, figuras para generar liquidez con sus propias facturas y sin tener que depender del crédito bancario. Alternativas que ya existían en Europa, EE. UU., México, Chile y Brasil. Como nosotros, también fueron llegando al mercado otra serie de entidades no bancarias con los mismos propósitos. Fue un recorrer muy difícil, porque no existía la Ley de Factoring en Colombia, esta solo fue promulgada en el año 2008. También, porque las empresas pagadoras de esas facturas, no permitían el endoso o el pago a un tercero que no fuera su proveedor. Aún lo siguen haciendo, no obstante que lo deben aceptar y pese a las multas que ya ha impuesto la SIC a empresas, estas siguen obstaculizando el Factoring. 

Ese recorrer muy difícil, en la creación del Factoring en Colombia, por parte de entidades no bancarias o también llamadas COMPAÑÍAS MERCANTILES DE FACTORING, estuvo acompañado por ASOFACTORING, entidad que mediante acercamientos al gobierno nacional, principalmente a la Supersociedades, al Ministerio de Comercio Industria y Turismo y, al Congreso de la Republica, logró participar, opinar y sugerir en el tema del Factoring, con base en nuestras propias experiencias. Haciendo posible un espacio para propios y extraños en esta importante modalidad de financiamiento. 

Con inmodestia, pero con mucho respeto y convicción, hoy podemos decir, que fuimos las entidades no bancarias y Asofactoring, quienes desarrollamos y hemos traído a buen puerto, el Factoring en Colombia. Entidades financieras de nuestro país, Compañías de Factoring del exterior -Chile, Costa Rica, Panamá y República Dominicana-, se han acercado a nosotros para compartir experiencias y buscar posibles negocios.

Pero hoy que el Factoring tomó importancia en Colombia y las entidades financieras, la Bolsa de Valores y otros actores de gran tamaño, vieron un nicho importante para incorporar a sus negocios y, con la llegada también de la facturación electrónica por parte de la DIAN, nuestra actividad de Factoring como entidades no bancarias, se nos va a ver seriamente amenazada, por las siguientes razones:

1- Ya, una entidad financiera, la más grande del país, publicita su alianza con otra gran empresa que suministra la facturación electrónica. De allí que es el "matrimonio perfecto" para la emisión de la factura y la negociación de las mismas. Sin que el mercado se entere de lo que sucede allí u obligando a que la negociación se quede entre ellos. Volviendo así un negocio monopólico.

2- Según lo conocido hasta hoy, se va a crear una plataforma electrónica y especializada para la negociación de las facturas. Y será el Ministerio de Comercio Industria y Turismo, conjuntamente con la DIAN, las entidades autorizadas para proporcionar el Software de la facturación electrónica y un Deposito Central de Facturas Electrónicas, quienes harán este trabajo. Esto está muy bien, porque le da más formalidad a todo este asunto. El problema que se viene ahora para las Compañías Mercantiles de Factoring o prestadoras de este servicio y que no son banco, es que por su tamaño, podrían quedarse por fuera de esta plataforma. 

Este escrito, es un llamado de atención respetuoso, para el nuevo gobierno que empieza y que coadyuvamos a su elección, por su mejor programa económico y social, para que tenga en cuenta que en Colombia, existen aproximadamente cien entidades no bancarias que prestan el servicio del Factoring. Que dan empleo a un importante número de personas. Que lo crearon, impulsaron y desarrollaron en Colombia. Que atendieron y lo siguen haciendo a las pymes, al empresario, al emprendedor y al micro empresario; desde épocas de total escasez crediticia para este nicho del mercado, que hoy se ha convertido en un impulsor por excepción de nuestra economía. Y qué tal como se viene promoviendo la factura electrónica y el Factoring Electrónico, no sería justo desaparecer del mercado a todas estas entidades, dando lugar a actores de gran tamaño y oportunistas, cuando todo lo encuentran a su favor.

Téngase en cuenta, que quienes hemos experimentado este camino pedregoso y difícil, durante veinte y hasta más años, nos ha tocado invertir recursos económicos, soportar impagos y responder a inversores de facturas que no fueron exitosas, por la misma imperfección que tuvo este medio de financiamiento; mientras la factura no fue aceptada como título valor  y todo lo que implicó la evolución del factoraje en el tiempo.

JOSE RENE OSORIO LOPEZ
 

domingo, 27 de noviembre de 2016

LA AVENIDA SEXTA

Cuando vine a Cali por primera vez, quizá fue en el año 1975 -hace 41 años-. Me trajo mi padre y fue a propósito de un partido de futbol.

De ese día, recuerdo el viaje en ferrocarril desde Tuluá, un trayecto que duró algo más de dos horas. El tren hacia sus paradas en todos los municipios y algunos corregimientos por donde la vía férrea tenía sus respectivas estaciones. Lugares en los que había romería de viajeros y familiares quienes los despedían o recibían, vendedores de bizcochuelos, rosquillas, gaseosas y comestibles. Y los transeúntes que no faltan en todo lugar.

Ese viaje fue eterno para mí y muy ansioso. Toda vez que era un premio que me daba mi padre de ver jugar a nuestro equipo favorito, el Deportivo Cali. Ese día se enfrentaba al Junior de Barranquilla.

Luego de una entrada muy larga a la ciudad de Cali, por fin llegamos a esa terminal férrea, que para mí fue majestuosa, con un mural hermoso, de gran tamaño y que adornaba la pared de enfrente de las taquillas, donde se obtenían los boletos de viaje.

Del partido, recuerdo que quedó 3 x 3. Que uno de los goles del Junior lo hizo "El Diablo" Caldeira, desde la mitad de cancha a nuestro siempre recordado PEDRO ANTONIO ZAPE JORDAN.

Además del lindo estadio, el Pascual Guerrero, también me impresionó el Cerro de las Tres Cruces. En esa ocasión, no fue posible conocer la Avenida Sexta. Este lindo lugar, para entonces, lo pude ver y recorrer más adelante y posiblemente fue en el año 1977. Cuando venía en temporadas de vacaciones -julio/agosto- a trabajar en los negocios que tenían los "familiares ricos" de mi madre, que por cierto me trataron y me orientaron muy bien, cuando apenas tenía catorce años. En todo clan familiar hay "ricos" y "pobres" y llamamos ricos a aquellos que están mejor acomodados que uno o, viven en mejores condiciones económicas. De modo que "ricos" es tan solo un decir. De tal forma que cuando terminé mi bachillerato, en 1980, la ciudad de Cali podía ser el lugar más apropiado para continuar mis estudios y buscar nuevos horizontes. Y fue en 1981, cuando definitivamente emigré a esta linda ciudad y desde ese momento me radiqué hasta el día de hoy.

He llegado a este tema, porque en la mañana de hoy observé un video de antaño de la ciudad de Cali, que me produjo nostalgia. Entre otras cosas, al ver un pasaje de lo que era la Avenida Sexta y en lo que mutó, tantos años después.

La Sexta tenía encanto, romanticismo. Recuerdo que era muy placentero iniciar el recorrido desde el Parque de Avianca y caminar desprevenido por esa calle de cemento, árboles y lindas  edificaciones hasta llegar a la Avenida Estación y terminar en ese gran almacen llamado SEARS. Era una caminata de aproximadamente 25 cuadras. Se deleitaba uno con el clima de las cinco de la tarde, cuando la brisa y el sol combinaban en perfecta armonía. Pero más, cuando las faldas y vestidos de las hermosas damas eran levantadas por el viento.

Había muchas boutiques, almacenes exclusivos, heladerías, cines y restaurantes. La gente siempre andaba bien vestida. Hoy, es muy poco lo que queda de esa época: la Pizzeria Pto 19, la Panadería la Aragonesa, el Restaurante Balocco, la Droqueria Ibérica y el Hotel don Jaime -que no es tan antiguo-. Otros negocios que desaparecieron como: Dari Frost, OM, Da Diseños, Baboo, Levis, Croydon, Bossi, Audaz y Faride. Este último fue el almacén de ropa que traía del exterior, la señora madre de Carlos Acosta, actual propietario de Studio F.

Uno de los hitos de la Sexta, era el Oasis, ese ‘drive in’ en el que se comía perros calientes, hamburguesas y malteadas. Y todo en un ambiente muy americano, como nos decían los que ya conocían EE.UU..

Otro magnífico programa, era visitar los almacenes de imperfectos que tenía Baboo, Levis y Croydon. Encontrábamos ropa y calzado a muy buenos precios. El argumento para ser "imperfectos", era que la etiqueta había quedado mal puesta o que un bolsillo o un hilo o un orificio que era imperceptible a la vista, representaba un defecto de calidad. Y si a estas compras muy baratas se le complementaba con la visita a alguno de los sitios mencionados a disfrutar de un helado, una malteada o una hamburguesa, esto se constituía en magnífico programa para una persona de clase media. Y que hoy podría compararse con una caminata desde la Quinta Avenida en Nueva York hasta Time Square, buscando alguna prenda de vestir que esté en realización. Así no la necesitemos, pero que al menos nos veamos con una bolsa de uno de esos almacenes que nos ayude a subir el autoestima o a posar para la foto. Y así pasamos de precios astronómicos en la Quinta Avenida -calzado, camisa o pantalón de entre mil y cinco mil dólares por unidad-, a los de Time Squire -de dos por el precio de uno, entre diez o veinte dólares-. En los primeros -los muy pero muy costosos-, solo miramos, tomamos aire y pensamos en voz baja, pero que H.Ps tan ladrones. En los segundos expiramos, sonreímos y claro que compramos.

Volviendo al tema principal, es importante recordar, que Cali fue sitio de llegada de varias multinacionales. Algunas continúan, pero otras emigraron. Y fue así como Cali fue foco de desarrollo. Con sus respectivas multinacionales, también se trasladaron a esta ciudad, directivos y empleados, principalmente americanos y alemanes. Inmigraron comerciantes e industriales de diferentes nacionalidades: turcos, judios, lituanos, italianos, griegos, árabes, españoles, japoneses y chinos. Y por el fútbol, llegaron igualmente: argentinos, yugoeslavos y uruguayos.

Entre los inmigrantes recuerdo a la familia Molinari, a los Pacini, a los Tristán, a los Kure, a los Tamura, a los Kuratomi, a los Steffens, a los Burckhard, a los Sangiovanni, a los Tirelli, a los Colavizza, a los Toledo, a los Arabia, a los Kamle, a los Edery. A Alberto Castronovo, quien fuera jugador del Deportivo Cali y América y en su retiro fundó el restaurante de carnes Castronovo. También a los patriarcas: Manfred H. de la Feria de las Bicicletas, Hans Sander, Gunter Seyd, Aurelio Grimberg, Alex Gorayeb, Raif Aljure, Jhon Tekly, Saúl Birmaher, Rosa Jaluf, Pranas y Simón Lukauskis. Y a otros más de cuyos nombres no me acuerdo.

Todos ellos, a través de sus empresas y actividades, fueron importantes precursores de la actividad industrial, agrícola y comercial de Cali y sus alrededores.

Ese polo de desarrollo se fue muriendo por la bonanza del  dinero fácil. El auge de la Sexta fue quizá en los 70 y parte de los 80. A principios de los 90 ya estaba degradada, la cultura mafiosa daria la ultima estocada. Los negocios tradicionales emigraron o se quebraron. La zona se llenó de discotecas y bares, con clientes y visitantes poco confiables. Hoy es foco de prostitución, droga y dormitorio de indigentes. La muy poca atención de los alcaldes -oscuridad, vandalismo, acopio de basuras en las esquinas- ha permitido que sea un lugar sucio e inseguro.

Las salas de cine también murieron, ante las salas multiples de los centros comerciales. Esos teatros ociosos, hoy son ocupados por iglesias "de garaje", donde se cura lo incurable y se perdona lo imperdonable. Con su muerte, arrastraron la poca decencia que le quedaba a la avenida y así le dimos entierro de quinta a la Sexta. Otrora icono de belleza, tranquilidad y paseo "obligado" o mejor, apetecido de caleños y turistas.

Ojalá que en la alcaldía del señor Armitage, se le preste atención tanto a esta Avenida como al famoso Bulevar de la Avenida Colombia. Sitio este que ya observamos invadido por bullangueros, fritanguerias, ventas de cerveza, trago y quién sabe qué más alucinantes para desgracia de los jóvenes.  Hace escasamente una semana, transité a pie este lugar y, fui testigo de gente reunida alrededor de una canasta de cerveza, desde donde a medida que la consumían hacían  el cambio de la botella vacía por una completa, al mejor estilo de barriada. Leerse un buen libro en ese lugar o llevar a cabo una tertulia entre amigos o con la familia alrededor de un vino bien servido, con copas de cristal y un bonito mantel, ya es imposible. Me atrevo a decir que regresaríamos a casa sin las copas y sin el mantel.

Y que también se mire para el sucio CAM y se le permita dar buen uso al Parque de la Caleñidad o como finalmente bautizaron: Plazoleta Jairo Varela. "Craso homenaje". Considero que el mejor homenaje en vida que le pudieron haber hecho a este gran músico, fue no permitir que la DIAN como se llama en Colombia a la oficina de impuestos, le embargara su mas preciada obra, el estudio de la quinta con treinta y nueve. Asunto con el que le amargaron su vida en los últimos años y, tal vez coadyuvó al infarto que aceleró su muerte cuando aun le faltaban años por vivir y por deleitarnos con sus creaciones musicales en el Grupo Niche.









sábado, 17 de septiembre de 2016

UN TAL ASOFACTORING

UN TAL ASOFACTORING
 
El escritor Gustavo Álvarez Gardeazabal, que por demás coincidimos en el municipio de nacimiento -Tuluá-. A quien conozco por sus logros como alcalde, dos veces de la misma ciudad, como gobernador del Departamento del Valle y como escritor y ahora periodista, en una de sus columnas diarias y recientes en el periódico ADN, mencionaba "un tal Asofactoring". Esto, dentro de la polémica que se ha formado en los últimos meses por el tema de las libranzas y con alguna razón. 


En lo que no estoy de acuerdo -reconozco que me cayó muy mal-, fue la forma despectiva en que se refirió a la Asociación Colombiana de Factoring y Entidades Afines -ASOFACTORING-. Para su ilustración, le informo: "es una entidad que nació en Medellín como Centro de Estudios. Es el foro permanente que se ha dado la Asociación, para procesar ideas alrededor de los intereses nacionales, en general, y en particular, de la actividad de factoring. Reúne las iniciativas y posiciones que se ofrecen a la comunidad y al Estado. Como todo centro académico, en él pueden participar los afiliados y no afiliados, sustentando diferentes puntos de vista, bajo su responsabilidad ideológica. El CENTRO DE ESTUDIOS, trae su origen de la ONG que dio lugar a la Asociación Colombiana de Factoring y Entidades Afines.
Thinktank o tanque de pensamiento, que en las academias internacionales equivale a una institución o grupo de expertos de naturaleza investigadora. Es una expresión inglesa, muy utilizada en el campo económico y social, y que se ha intentado adaptar al idioma español con distintas expresiones como comité de expertos, comité de sabios, instituto de investigación, gabinete estratégico,  laboratorio de ideas, o usina de ideas, o reservorio de ideas, o aún almacén de ideas".
 
Particularmente, considero que  Asofactoring tomó gran importancia, cuando en el año 2011 ocurrió el fatal desenlace de FACTOR GROUP, un descalabro quizá tan grande como INTERBOLSA. Y no porque FG fuera miembro de la asociación -nunca lo fue-, sino porque a raíz del problema varios medios informativos se comunicaron con el doctor Eduardo Rincon Herrera, presidente de Asofactoring desde antes y ahora, para que los ilustrara sobre cómo era ese negocio del Factoring. En ese entonces fue evidente, que existía una asociación que agremiaba en el país, un número de entidades no bancarias que prestaban ese servicio. 
 
Importante anotar, que en Colombia el servicio de Factoring lo puso en práctica y lo desarrolló, una serie de entidades no bancarias -Mesa de Inversiones, Factor Dinero, Factor Group, Grupo Factoring de Occidente, Sufactura, Ingefin, Servifin, Covalsa, Intercorp, entre otras-, que nacieron luego de la crisis económica de nuestro país, año 1999. Como funcionario que fui  de la banca y conocedor del tema financiero desde el año 1982, con elementos de juicio puedo decir que en Colombia no fue la banca quien desarrolló este formato de financiación, importantísimo para las Pymes. Históricamente, el Factoring es un modelo de financiamiento antiguo. Europa y EE.UU. se lo inventaron. En América, a excepción de EE.UU., los países que han sido vanguardistas en este servicio, son: México, Brasil y Chile. Y en el mundo, lo llevan a cabo los bancos y empresas no bancarias. Es decir, que no es un negocio exclusivo de los bancos. 
 
Tengo muy presente, que para la banca en la crisis del año 1999, las Pymes se convirtieron en clientes no objetivos. Pareciera que todas tuvieran una enfermedad financiero-contagiosa. Coincidió con la llegada de los españoles BBVA y Banco Santander que no entendieron la cultura de los empresarios en un país subdesarrollado -evasores de impuestos y muy poco que mostrar en sus balances por razones de seguridad-. Esto hizo que la banca se concentrara en atender las grandes empresas privadas, del estado y las multinacionales. El microempresario, el comerciante, los profesionales independientes y las Pymes, quedaron a merced de los plazos de pago extensos de sus clientes y de los agiotistas. Allí es donde nace el Factoring en Colombia y por las empresas no bancarias antes mencionadas -se me escapa el nombre de otras más-. El Factoring que se practicaba en ese momento, era una mezcla entre una factura que aún no era título valor, un pagaré y un cheque posfechado. Porque las mismas empresas del Estado, las grandes empresas y las multinacionales no permitían el endoso en firme de las facturas. Y aún, cuando ya existe una Ley de Factoring desde el año 2008 y el Decreto que la reglamenta, un buen número de esas mismas entidades no permiten el endoso y condicionan las compras que hacen a sus pequeños proveedores, si la factura no es negociada en el mercado financiero o a que sólo puede negociarse con ellos mismos, con un descuento financiero mucho más costoso que lo que cobra una empresa factora.
 
La banca se interesó en el Factoring, cuando ya el camino estaba hecho. Cuando se dio cuenta que las Pymes, a las que antes le hacían "el feo" por muy riesgosas, estaban siendo aprovechadas por las compañías mercantiles de Factoring y allí si llegaron todos los bancos a implementar su Factoring. 
 
El tema de las libranzas, llegó a Asofactoring como un invitado posterior, cuando el gobierno colombiano aprobó la Ley en el año 2012. Y creo que solo dos entidades se vincularon a esa asociación. 
 
Por otro lado, si su comentario Escritor Gardeazabal, fue minimizar o responsabilizar a Asofactoring por el tema de las Libranzas, le digo respetuosamente que está equivocado. Eso es como si culpáramos a Asobancaria de los descalabros de las entidades financieras que se quebraron y desaparecieron en el año 1999 -Interbanco, Corfipacifico, Corfivalle, Cofinorte, Corfes, Granahorrar, Banco Superior, etc.-. Me consta que la labor de Asofactoring ha sido magnífica. Formalizó el modelo financiero en Colombia, se acercó al Estado para coadyuvar a reglamentarlo, ha participado como invitado a Congresos Internacionales de Factoring y también los ha realizado en Colombia con sus pares de EE.UU., Chile y Bélgica. Permanentemente está retroalimentando a sus afiliados en lo que tiene que ver con este importante modelo de financiamiento, el FACTORING. Pero como en todo club social, no todos son permitidos, ni tampoco todos se hacen socios.
 
 

sábado, 2 de julio de 2016

EL CASO ESTRAVAL Y LAS LIBRANZAS

Hoy que nuevamente se presenta en el mercado financiero colombiano, una situación que está generando pérdidas a un buen número de personas; esta vez naturales y jurídicas. Y no todas desconocedoras de los riesgos en los que entraron por buscar una alternativa de rentabilidad mejor. Porque una cosa es que caigan personas totalmente neófitas y que quienes gestionaron el negocio de la venta de libranzas los llevaron con mentiras y señuelos a que invirtieran en ello. Otra cosa es lo que hasta el momento se ha comentado, que quienes son damnificados por el caso ESTRAVAL son un sinnúmero de inversores, entre los que se encuentran personas de niveles sociales altos y medios, de buena formación académica y profesional. Además de personas jurídicas muy conocedoras de todos los riesgos que implica una inversión financiera. 

Si nos adentramos a lo que muchos medios han escrito sobre el tema, la primera entidad que puso de manifiesto los incumplimientos de esta operadora de libranzas ante los organismos competentes, fue una Compañía de Financiamiento Comercial que mantenía inversiones allí por el orden de los $4.000 millones. También se habla de bancos y entidades públicas con inversiones importantes. En comentarios de "corrillo" -no le doy tal credibilidad-, se dice que la mitad de los socios del Club Colombia y del Club Campestre, ambos de Cali, también tenían inversiones en ESTRAVAL. Pero lo que sí me atrevo a manifestar, es que llevados por la necesidad o con artificios delincuenciales, tal como operan las pirámides, los "aviones" o como se dice que operó INTERBOLSA, tratando de manipular la acción de FABRICATO con Repos, captaciones irregulares y hasta auto-préstamos, lo que hasta ahora se ha notado y se ha dicho de ESTRAVAL, no lo he considerado así. 

Estoy hablando del esquema como tal de las libranzas y su manera de operar para multiplicar recursos y volver funcional el círculo: dinero-préstamos y/o pagarés-operador de libranzas-venta de estas-inversionistas-dinero. Desconozco si en la gestión interna del operador, el manejo de estos recursos y su operación fue diáfana y transparente. Esto deberá ser tema de las entidades de inspección y del mismo liquidador. Pero como negocio, está amparado por la Ley de Libranzas y es viable en condiciones normales de operatividad, tasa, manejo y administración del riesgo.

Desde mi lugar, como conocedor de los temas financieros y los riesgos implícitos que conllevan, en diferentes ocasiones amigos, inversionistas y personas del medio me preguntaron acerca de esta alternativa de inversión y mi respuesta fue siempre:

1- Me preocupa que esto funcione como una fábrica masiva de hacer pagarés para alimentar el mercado de títulos, que deben venderse rápidamente para sostener el círculo.

2- Las cuentas que hago no me dan para que un préstamo que tiene una tasa techo, por razones de la usura, permita generar una margen de utilidad que de para tantos actores en la cadena: -cooperativa-operador de libranzas-inversionista-gestores comerciales-.

3- La cartera a personas es la más riesgosa y son los índices más altos en los bancos en lo que respecta a las edades de mora y pérdidas por impago.

4- No me gusta una inversión que se recupera a "pedacitos", es decir, en cuotas mensuales y periodos relativamente amplios -entre 12 y 60 meses-. Y que adicionalmente no la pueda recaudar o vender antes de que se cumpla el plazo total.

5- En periodos tan largos, pueden suceder numerosas situaciones que afectan el repago de los créditos, no obstante que sea por el sistema de libranza. Cambios de gobierno que siempre traerá despidos masivos, cambios dramáticos de la economía que afectan el empleo y los despidos normales o cambios de trabajo al que ningún ciudadano es ajeno, en el tiempo.

Como complemento a estos puntos anteriores, en dos ocasiones fui visitado por funcionarios de ESTRAVAL, para incorporarle inversionistas a su negocio de las libranzas. En sendas visitas, mi respuesta fue no. Mis argumentos fueron los anteriores y, a ellos adicioné, que no me gustaba ninguna inversión en la que no pudiera conocer y analizar directamente el riesgo de cada deudor y/o pagador. Y en todo esto, apliqué dos reglas aprendidas en la banca:

1- Ante la duda y desconocimiento, abstente.

2- No permitas que el dinero de los demás sea invertido en lo que tú mismo no lo harías, por el solo hecho de ganarte una comisión.

Para terminar, no pretendo con lo aquí escrito descalificar a quienes invirtieron y lo siguen haciendo en las libranzas, pues es un negocio que opera bajo el amparo de la ley, tampoco satanizar a ESTRAVAL mientras su gestión haya sido conforme a la ley y a la transparencia y, menos pensar y manifestar que somos infalibles ante las diferentes variables macro y microeconómicas que siempre afectarán positiva o negativamente el mercado, los sectores, los países, las regiones y por supuesto las empresas y las personas. Porque quienes hablamos cuando todo ha sucedido, nos será muy fácil y resultamos siendo todos, muy sabios. Menos, creer como algunos lo quieren presentar ahora, que esto fue una "tumbada" en la que los damnificados no sabían lo que hacían. Si entre éstos están inmersos inversionistas profesionales, como decir que los demás cayeron por incautos. 

Lo que se debe hacer ahora, es dejar tanto comentario dañino sobre el tema, acompañar con buenas propuestas al liquidador y a entidades de inspección para que se recupere esa cartera y hacer menos oneroso el resultado para los inversionistas. Recordemos que los deudores de esa cartera son también personas de "carne y hueso" que están afectando a otro número de personas. Entonces, se deberá hacer todos los trámites necesarios para identificar esos deudores y hacerlos pagar. Si la entidad generadora del crédito no tiene muchos elementos para ubicarlos, el liquidador ahora investido por la ley, si puede utilizar todos los recursos para llegar a ellos y exigir el pago. Estos deben estar trabajando en otra empresa y cotizando en algún fondo de pensiones y entidades prestadoras de salud. Por allí se puede llegar a ellos.
 
De otro lado, que el liquidador no se convierta en lo que han sido la gran mayoría en el pasado. Anidan un puesto burocrático con buen sueldo y hacen todo lo posible para que su cargo no se acabe rápido, afectando de esta forma la gran masa de acreedores.

José René Osorio López.