jueves, 7 de mayo de 2015

EL CONTADOR Y LAS NIIF


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EL CONTADOR Y LAS NIIF

Con el concepto de las Normas Internacionales de Información Financiera -NIIF-, se ha notado que el grueso de los Contadores Públicos .-hay excepciones-, han visto el tema como si fuese el cambio más exótico y difícil que ha podido suceder en el campo de la contabilidad. Y es por ello que muy pocos se han tomado la molestia de profundizar y desarrollar directamente el tema. La consigna de ellos es que, es un tema financiero, en el que se tiene que involucrar la gerencia y la administración del negocio y que para ello, la empresa tiene que contratar unos asesores externos, que las lleven a cabo.

Resulta que estos asesores de NIIF -no se que tan capacitados- están cobrando unas cifras astronómicas por implementar las citadas normas -hay desde $80 millones hasta $20 millones-. Sin contar con el cambio del software contable, que lógico se requiere. 

El tema puede ser dispendioso para aquellas empresas grandes, que manejan un número importante de rubros en sus balances. Que por su actividad económica requiere hacer un trabajo detallado para entender y rediseñar sus estados financieros, con lo que este mundo moderno nos quiere hacer ver, las mismas cuentas -inventarios, inversiones, diferidos, activos fijos, etc.-. Pero para empresas pequeñas y medianas -PYMES-, solo basta conocer un poco mas de su profesión como Contador y agregarle, o aprender algunos conceptos financieros. Así como han aprendido de impuestos y como también lo hicieron en el pasado con los extintos Ajustes por Inflación, que finalmente los eliminaron, cuando ya habían confundido a todo el mundo y, cuando un buen número de empresas, gastó dinero en capacitación y en su implementación. Recuerdo que algunos escritores de libros de contabilidad, también hicieron su agosto, pues sacaron nuevas ediciones incorporando ese tema "tan importante". Tal vez no muy lejos, llegará el momento en que las NIIF, después de gastarle tiempo, dinero y asesorías, nos dirán también que las eliminemos o que se aplaza por que la confusión ha sido tan grande, que ni el mismo gobierno sabe cómo manejar semejante "embrollo".

Tal es la confusión de las NIIF, que las mismas entidades de control y la DIAN, no tienen conceptos unificados al respecto. A mi modo de ver -no soy contador-., lo que para la Supersociedades, dichas normas pueden hacer entrar a muchas empresas en causal de disolución por el ajuste en el patrimonio, eso mismo para la DIAN, le puede afectar sus ingresos por impuestos. Entonces, hay que presentar unos estados financieros con NIIF para la primera y seguir presentando los tradicionales para la segunda. Como contradictorio, no les parece?. 

Si vamos a hacer el cambio, hagámoslo de una vez y con un solo estado financiero, no con varios, según el interesado o en función de lo mas conveniente para la empresa. Es claro que las normas internacionales no buscan ello, su objetivo es estandarizar, pero como lo estamos haciendo en Colombia, se va a prestar para maquillar las cifras.

En conclusión, esto no es lo más difícil como lo ven los Contadores Públicos, o como lo están haciendo ver a la dirección de las empresas. Debido a ello, fácilmente haciendo incurrir en unos sobrecostos elevados por asesoría externa, que las PYMES no están en condiciones de tirar a la borda. Pues seguro que no va a ser una inversión, en un activo productivo que le generará réditos en el tiempo. Si ese grupo de Contadores Públicos al cual me refiero, fuera mas acucioso, estoy seguro que ganarían  ellos y también las empresas que atienden. Harían el trabajo sin recurrir a asesores externos y convendrían con su cliente una prima por su trabajo extra. A los asesores externos, que no se aprovechen del desconocimiento del tema por parte de sus pares en las empresas. Prepárense para hacer negocios que le den continuidad en el tiempo, no uno solo que tal vez lo descontinuará para siempre. A las entidades de control y fiscalización, que tengan en cuenta que presentar tipos de información diferente, se presta para un doble trabajo en las empresas y para evasiones fiscales. Y muy posiblemente como lo mencioné anteriormente, para el maquillaje, según la conveniencia.

JOSÉ RENÉ OSORIO LÓPEZ