sábado, 2 de julio de 2016

EL CASO ESTRAVAL Y LAS LIBRANZAS

Hoy que nuevamente se presenta en el mercado financiero colombiano, una situación que está generando pérdidas a un buen número de personas; esta vez naturales y jurídicas. Y no todas desconocedoras de los riesgos en los que entraron por buscar una alternativa de rentabilidad mejor. Porque una cosa es que caigan personas totalmente neófitas y que quienes gestionaron el negocio de la venta de libranzas los llevaron con mentiras y señuelos a que invirtieran en ello. Otra cosa es lo que hasta el momento se ha comentado, que quienes son damnificados por el caso ESTRAVAL son un sinnúmero de inversores, entre los que se encuentran personas de niveles sociales altos y medios, de buena formación académica y profesional. Además de personas jurídicas muy conocedoras de todos los riesgos que implica una inversión financiera. 

Si nos adentramos a lo que muchos medios han escrito sobre el tema, la primera entidad que puso de manifiesto los incumplimientos de esta operadora de libranzas ante los organismos competentes, fue una Compañía de Financiamiento Comercial que mantenía inversiones allí por el orden de los $4.000 millones. También se habla de bancos y entidades públicas con inversiones importantes. En comentarios de "corrillo" -no le doy tal credibilidad-, se dice que la mitad de los socios del Club Colombia y del Club Campestre, ambos de Cali, también tenían inversiones en ESTRAVAL. Pero lo que sí me atrevo a manifestar, es que llevados por la necesidad o con artificios delincuenciales, tal como operan las pirámides, los "aviones" o como se dice que operó INTERBOLSA, tratando de manipular la acción de FABRICATO con Repos, captaciones irregulares y hasta auto-préstamos, lo que hasta ahora se ha notado y se ha dicho de ESTRAVAL, no lo he considerado así. 

Estoy hablando del esquema como tal de las libranzas y su manera de operar para multiplicar recursos y volver funcional el círculo: dinero-préstamos y/o pagarés-operador de libranzas-venta de estas-inversionistas-dinero. Desconozco si en la gestión interna del operador, el manejo de estos recursos y su operación fue diáfana y transparente. Esto deberá ser tema de las entidades de inspección y del mismo liquidador. Pero como negocio, está amparado por la Ley de Libranzas y es viable en condiciones normales de operatividad, tasa, manejo y administración del riesgo.

Desde mi lugar, como conocedor de los temas financieros y los riesgos implícitos que conllevan, en diferentes ocasiones amigos, inversionistas y personas del medio me preguntaron acerca de esta alternativa de inversión y mi respuesta fue siempre:

1- Me preocupa que esto funcione como una fábrica masiva de hacer pagarés para alimentar el mercado de títulos, que deben venderse rápidamente para sostener el círculo.

2- Las cuentas que hago no me dan para que un préstamo que tiene una tasa techo, por razones de la usura, permita generar una margen de utilidad que de para tantos actores en la cadena: -cooperativa-operador de libranzas-inversionista-gestores comerciales-.

3- La cartera a personas es la más riesgosa y son los índices más altos en los bancos en lo que respecta a las edades de mora y pérdidas por impago.

4- No me gusta una inversión que se recupera a "pedacitos", es decir, en cuotas mensuales y periodos relativamente amplios -entre 12 y 60 meses-. Y que adicionalmente no la pueda recaudar o vender antes de que se cumpla el plazo total.

5- En periodos tan largos, pueden suceder numerosas situaciones que afectan el repago de los créditos, no obstante que sea por el sistema de libranza. Cambios de gobierno que siempre traerá despidos masivos, cambios dramáticos de la economía que afectan el empleo y los despidos normales o cambios de trabajo al que ningún ciudadano es ajeno, en el tiempo.

Como complemento a estos puntos anteriores, en dos ocasiones fui visitado por funcionarios de ESTRAVAL, para incorporarle inversionistas a su negocio de las libranzas. En sendas visitas, mi respuesta fue no. Mis argumentos fueron los anteriores y, a ellos adicioné, que no me gustaba ninguna inversión en la que no pudiera conocer y analizar directamente el riesgo de cada deudor y/o pagador. Y en todo esto, apliqué dos reglas aprendidas en la banca:

1- Ante la duda y desconocimiento, abstente.

2- No permitas que el dinero de los demás sea invertido en lo que tú mismo no lo harías, por el solo hecho de ganarte una comisión.

Para terminar, no pretendo con lo aquí escrito descalificar a quienes invirtieron y lo siguen haciendo en las libranzas, pues es un negocio que opera bajo el amparo de la ley, tampoco satanizar a ESTRAVAL mientras su gestión haya sido conforme a la ley y a la transparencia y, menos pensar y manifestar que somos infalibles ante las diferentes variables macro y microeconómicas que siempre afectarán positiva o negativamente el mercado, los sectores, los países, las regiones y por supuesto las empresas y las personas. Porque quienes hablamos cuando todo ha sucedido, nos será muy fácil y resultamos siendo todos, muy sabios. Menos, creer como algunos lo quieren presentar ahora, que esto fue una "tumbada" en la que los damnificados no sabían lo que hacían. Si entre éstos están inmersos inversionistas profesionales, como decir que los demás cayeron por incautos. 

Lo que se debe hacer ahora, es dejar tanto comentario dañino sobre el tema, acompañar con buenas propuestas al liquidador y a entidades de inspección para que se recupere esa cartera y hacer menos oneroso el resultado para los inversionistas. Recordemos que los deudores de esa cartera son también personas de "carne y hueso" que están afectando a otro número de personas. Entonces, se deberá hacer todos los trámites necesarios para identificar esos deudores y hacerlos pagar. Si la entidad generadora del crédito no tiene muchos elementos para ubicarlos, el liquidador ahora investido por la ley, si puede utilizar todos los recursos para llegar a ellos y exigir el pago. Estos deben estar trabajando en otra empresa y cotizando en algún fondo de pensiones y entidades prestadoras de salud. Por allí se puede llegar a ellos.
 
De otro lado, que el liquidador no se convierta en lo que han sido la gran mayoría en el pasado. Anidan un puesto burocrático con buen sueldo y hacen todo lo posible para que su cargo no se acabe rápido, afectando de esta forma la gran masa de acreedores.

José René Osorio López.