sábado, 17 de septiembre de 2016

UN TAL ASOFACTORING

UN TAL ASOFACTORING
 
El escritor Gustavo Álvarez Gardeazabal, que por demás coincidimos en el municipio de nacimiento -Tuluá-. A quien conozco por sus logros como alcalde, dos veces de la misma ciudad, como gobernador del Departamento del Valle y como escritor y ahora periodista, en una de sus columnas diarias y recientes en el periódico ADN, mencionaba "un tal Asofactoring". Esto, dentro de la polémica que se ha formado en los últimos meses por el tema de las libranzas y con alguna razón. 


En lo que no estoy de acuerdo -reconozco que me cayó muy mal-, fue la forma despectiva en que se refirió a la Asociación Colombiana de Factoring y Entidades Afines -ASOFACTORING-. Para su ilustración, le informo: "es una entidad que nació en Medellín como Centro de Estudios. Es el foro permanente que se ha dado la Asociación, para procesar ideas alrededor de los intereses nacionales, en general, y en particular, de la actividad de factoring. Reúne las iniciativas y posiciones que se ofrecen a la comunidad y al Estado. Como todo centro académico, en él pueden participar los afiliados y no afiliados, sustentando diferentes puntos de vista, bajo su responsabilidad ideológica. El CENTRO DE ESTUDIOS, trae su origen de la ONG que dio lugar a la Asociación Colombiana de Factoring y Entidades Afines.
Thinktank o tanque de pensamiento, que en las academias internacionales equivale a una institución o grupo de expertos de naturaleza investigadora. Es una expresión inglesa, muy utilizada en el campo económico y social, y que se ha intentado adaptar al idioma español con distintas expresiones como comité de expertos, comité de sabios, instituto de investigación, gabinete estratégico,  laboratorio de ideas, o usina de ideas, o reservorio de ideas, o aún almacén de ideas".
 
Particularmente, considero que  Asofactoring tomó gran importancia, cuando en el año 2011 ocurrió el fatal desenlace de FACTOR GROUP, un descalabro quizá tan grande como INTERBOLSA. Y no porque FG fuera miembro de la asociación -nunca lo fue-, sino porque a raíz del problema varios medios informativos se comunicaron con el doctor Eduardo Rincon Herrera, presidente de Asofactoring desde antes y ahora, para que los ilustrara sobre cómo era ese negocio del Factoring. En ese entonces fue evidente, que existía una asociación que agremiaba en el país, un número de entidades no bancarias que prestaban ese servicio. 
 
Importante anotar, que en Colombia el servicio de Factoring lo puso en práctica y lo desarrolló, una serie de entidades no bancarias -Mesa de Inversiones, Factor Dinero, Factor Group, Grupo Factoring de Occidente, Sufactura, Ingefin, Servifin, Covalsa, Intercorp, entre otras-, que nacieron luego de la crisis económica de nuestro país, año 1999. Como funcionario que fui  de la banca y conocedor del tema financiero desde el año 1982, con elementos de juicio puedo decir que en Colombia no fue la banca quien desarrolló este formato de financiación, importantísimo para las Pymes. Históricamente, el Factoring es un modelo de financiamiento antiguo. Europa y EE.UU. se lo inventaron. En América, a excepción de EE.UU., los países que han sido vanguardistas en este servicio, son: México, Brasil y Chile. Y en el mundo, lo llevan a cabo los bancos y empresas no bancarias. Es decir, que no es un negocio exclusivo de los bancos. 
 
Tengo muy presente, que para la banca en la crisis del año 1999, las Pymes se convirtieron en clientes no objetivos. Pareciera que todas tuvieran una enfermedad financiero-contagiosa. Coincidió con la llegada de los españoles BBVA y Banco Santander que no entendieron la cultura de los empresarios en un país subdesarrollado -evasores de impuestos y muy poco que mostrar en sus balances por razones de seguridad-. Esto hizo que la banca se concentrara en atender las grandes empresas privadas, del estado y las multinacionales. El microempresario, el comerciante, los profesionales independientes y las Pymes, quedaron a merced de los plazos de pago extensos de sus clientes y de los agiotistas. Allí es donde nace el Factoring en Colombia y por las empresas no bancarias antes mencionadas -se me escapa el nombre de otras más-. El Factoring que se practicaba en ese momento, era una mezcla entre una factura que aún no era título valor, un pagaré y un cheque posfechado. Porque las mismas empresas del Estado, las grandes empresas y las multinacionales no permitían el endoso en firme de las facturas. Y aún, cuando ya existe una Ley de Factoring desde el año 2008 y el Decreto que la reglamenta, un buen número de esas mismas entidades no permiten el endoso y condicionan las compras que hacen a sus pequeños proveedores, si la factura no es negociada en el mercado financiero o a que sólo puede negociarse con ellos mismos, con un descuento financiero mucho más costoso que lo que cobra una empresa factora.
 
La banca se interesó en el Factoring, cuando ya el camino estaba hecho. Cuando se dio cuenta que las Pymes, a las que antes le hacían "el feo" por muy riesgosas, estaban siendo aprovechadas por las compañías mercantiles de Factoring y allí si llegaron todos los bancos a implementar su Factoring. 
 
El tema de las libranzas, llegó a Asofactoring como un invitado posterior, cuando el gobierno colombiano aprobó la Ley en el año 2012. Y creo que solo dos entidades se vincularon a esa asociación. 
 
Por otro lado, si su comentario Escritor Gardeazabal, fue minimizar o responsabilizar a Asofactoring por el tema de las Libranzas, le digo respetuosamente que está equivocado. Eso es como si culpáramos a Asobancaria de los descalabros de las entidades financieras que se quebraron y desaparecieron en el año 1999 -Interbanco, Corfipacifico, Corfivalle, Cofinorte, Corfes, Granahorrar, Banco Superior, etc.-. Me consta que la labor de Asofactoring ha sido magnífica. Formalizó el modelo financiero en Colombia, se acercó al Estado para coadyuvar a reglamentarlo, ha participado como invitado a Congresos Internacionales de Factoring y también los ha realizado en Colombia con sus pares de EE.UU., Chile y Bélgica. Permanentemente está retroalimentando a sus afiliados en lo que tiene que ver con este importante modelo de financiamiento, el FACTORING. Pero como en todo club social, no todos son permitidos, ni tampoco todos se hacen socios.