sábado, 2 de enero de 2016

LOS MAESTROS


Hoy que observé en Facebook, la foto que acompaña este escrito traté de hacer un comentario, pero no me lo permitió. Y no podía dejar pasar la publicación sin ninguna manifestación de mi parte; fue así que me decidí a expresar estas palabras.
 
De manera natural, al ser humano la vida le fija unos padres. Buenos, muy buenos, regulares y .....malos?. Esta última expresión tal vez muy fuerte, porque nadie querrá actuar así con la extensión de su propio ser que son los hijos. Optaría más bien por cambiarla por ignorantes y, así no ser injusto con la mayoría de ese renglón -los malos-. Porque una buena parte de quienes actúan así, son producto de un entorno que no les favoreció.

Hace poco publiqué un twit que dice lo siguiente: "Mi familia, lo más preciado. Mis jefes en mi vida laboral una bendición y mis contados amigos una reliquia. Gracias". Hoy encaja perfecto frente a lo que voy a decir.

Agradezco a la vida que me haya permitido nacer en el hogar que nací, encontrarme en el camino jefes que me enseñaron y guiaron por el camino correcto. Profesores que me transmitieron conocimientos y muy pocos amigos a quienes sigo conservando. Cada uno tiene un reconocimiento por todo lo que aportaron a mi formación. 

En la universidad, tuve un profesor que me hizo pensar diferente, en relación con mi condición social de ese entonces. Ese fue Israel Castro, mi profesor de Desarrollo Gerencial. Un personaje que laboraba para la banca y quien llevaba en muy pequeñas hojas - las de tacos de papel-, los temas que exponía en clase. Cuatro, quizá cinco títulos escritos a mano alzada y sobre los mismos expandía sus horas de cátedra. Nos exigió leer un libro: "Atrévase a ser el líder", de Warren Avis, el que marcó de allí en adelante mis propósitos profesionales.

Ya en el campo laboral, tuve otros maestros. Alberto Medrano, Stella Davila, Gustavo Mejía, Fernando Madriñán, Enrique Marmolejo y Jorge Humberto Escobar. De todos aprendí: honestidad, profesionalismo, estilos gerenciales, obicuidad, comportamiento, análisis, dinamismo, personalidad y equilibrio.

Mi guía por excelencia fue y sigue siendo, Don Alberto Medrano. A él lo empecé a observar desde que tenía 18 años. El suscrito siendo Mensajero y el señor Medrano la máxima autoridad de Bancoquia en la Región. Ello me permitió, que al final de su mandato en el banco, cuando él ocupaba la Vicepresidencia Regional, yo estuviera muy cercano a él en las decisiones del banco. Con los otros mencionados interactué en menor tiempo, pero el suficiente para dejar huella en mi y recordarlos muy especialmente.

Dejo de último, al Profesor en Fútbol Julio Velasquez, porque como lo mencioné al principio, fue quien me motivó a publicar este escrito en mi Blog, el día de hoy.

No entiendo como este personaje no llegó a dirigir en el fútbol profesional de nuestro país. Siendo un adelantado en su profesión desde 1977, año en que lo conocí, cuando me llevó a integrar su equipo de fútbol en la ciudad de Tuluá, INDEPENDIENTE F.C.. A mis catorce años, venía de ser campeón en 5a categoría con GUARANÍ. Ese equipo se desintegró y el suscrito, al llegar a Independiente invitó a otros del otrora Guaraní. Asī, sucesivamente llegaron mas hasta conformar uno de los mejores equipos de fútbol de la ciudad, en la categoría. En mi caso, hasta los 17 años, cuando partí a la ciudad de Cali a seguir mis estudios universitarios, habida cuenta que en mi posición de Arquero, los 1,68 metros de estatura no fueron mi mejor aliado para triunfar.

Siendo el fútbol, un deporte muy popular que no es como el golf, el polo o el tenis, que por ser de élite, permiten socializar y alcanzar mejores propósitos en la vida. Caso muy diferente ocurre en el fútbol, cuando no se es posible llegar al profesionalismo. Pese a ello,  en mi caso lo aproveché al máximo. Las enseñanzas como persona, deportista y liderazgo que me entregó el profesor Velasquez, fueron indispensables para afrontar el resto de mi vida.

La foto en la que aparece con un grande del fútbol, como lo es el doctor Gabriel Ochoa Uribe, no es gratuita. Julio Velasquez ayudó a formar grandes deportistas, entre ellos a Faustino Asprilla. Pero más que ello, a ser grandes personas. Y es por ello, que ni la ciudad, ni el país, ni nosotros quienes recibimos tanta enseñanza de él, le hemos dado -si la importancia-, pero no, el reconocimiento que se merece.

En nuestro encuentro deportivo de cada año, esta vez celebrado el pasado 27 de diciembre, invité a un grupo de amigos y ex compañeros del equipo de fútbol que integramos, para que siendo recíprocos con todo lo que Julio nos aportó, le correspondamos con el reconocimiento que se merece y al que deseo se vinculen más personas.

MUCHAS GRACIAS PROFESOR JULIO VELASQUEZ!

2 comentarios:

  1. Me agrada qué te encuentres bien amigo muchas gracias por esas palabras de reconocimiento a nuestro profe julio que se lo merece y mucho más ojala pueda estar en otro encuentro para recordar gratos recuerdos que pasamos con guarani y con independiente un abrazo

    Eider plaza

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  2. Hola, estimado Eider. Como me agrada saber de ti, aunque sea por este medio. Recibe un fuerte abrazo y ojalá nos podamos ver en el próximo encuentro.
    José René Osorio.

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